Leemos en Noticias Jurídicas que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha desestimado el recurso interpuesto por un empleado que fue despedido de una empresa tras abordar a un superior jerárquico por la calle por cuestiones de trabajo, recriminarle y grabarle sin su consentimiento, distribuyendo después las imágenes entre compañeros dando lugar a burlas al superior. El tribunal confirma una sentencia previa formulada por un Juzgado de lo Social de Vigo que había apreciado indicios suficientes de gravedad en la actitud del trabajador que sobrepasan los límites del derecho a la libertad de expresión y desestimaba que hubiera una discapacidad psíquica en el empleado por el hecho de haber sido tratado por un cuadro ansioso – depresivo por un psicólogo de la empresa.